Mide el cambio: qué evaluar antes de aceptar un ascenso

Un ascenso no siempre es bueno para ti, y la mayoría de las personas lo descubre demasiado tarde. Un ascenso significa cambio, cambio en tus actividades, en tu forma de trabajar y también en tu vida personal. Por ejemplo, pasas de hacer el trabajo a dirigir el trabajo, a responder por los resultados de otras personas, y hay que tenerlo bien claro. He visto personas que aceptaron un ascenso y a los meses estaban frustrados porque no evaluaron bien. Así que, antes de aceptar, hazte estas cinco preguntas. ¿Qué harás en el nuevo cargo que hoy no haces? ¿Te sentirás bien haciendo estas actividades todos los días? ¿Qué deberías aprender para hacerlo bien? ¿Cómo impactará en tus horarios, tu nivel de estrés y tu vida personal? Y, por último, ¿este ascenso te acerca a tus metas a largo plazo? Estas preguntas son importantes responderlas. Un ejemplo, imagínate un vendedor que disfruta el contacto con clientes, pero cuando lo ascienden a jefe, deja de visitar clientes y pasa gran parte del tiempo en reportes, reuniones y gestión de personas. El sueldo sube, sí, pero la motivación baja si es una actividad que no le hace sentir bien. Pero eso es algo que depende de cada persona, así que debes hacer el análisis por ti mismo. Y un ascenso es positivo si está alineado con tu propio plan personal o de carrera. Porque no es cuestión de sí o no, es cuestión de cuándo y por qué.