Miedo al espacio en blanco

Si alguna vez te has enfrentado a algún tipo de proceso creativo, seguro que has sentido ese vértigo en el estómago a la hora de empezar. Las dudas te asaltan y la inmensidad de posibilidades frente a ti resultan abrumadoras, bloqueándote y dejándote casi sin respuesta ante los retos que tienes frente a ti. Estás sintiendo lo que en escritura se conoce como "terror a la página en blanco". Consiste en un bloqueo de tipo creativo muy común y al que todos tendremos que enfrentarnos a lo largo de nuestra carrera. Yo mismo, tras casi 20 años de profesión, sigo enfrentándome a cada proyecto como si fuese el primero, sintiendo ese cosquilleo en el estómago de manera inevitable. En cada fase del proceso nuestros miedos nos ponen a prueba una y otra vez, la incertidumbre nos bloquea y paraliza nuestra voluntad de continuar. La cuestión está en hacer de la incertidumbre virtud, convertirla en nuestra aliada, en un motor que nos active, tomando el control del proceso creativo. Si además, como es nuestro caso, disponemos de herramientas tecnológicas para crear nuestra obra, estaremos ante un mundo de recursos casi infinitos que, lejos de ayudarnos, pueden incluso desviarnos aún más de nuestro objetivo, haciendo más complejo sacar adelante nuestro proyecto. Por eso, lo mejor que puedes hacer para vencer este miedo es pasar a la acción. Si te quedas en el mundo de las ideas, el bloqueo podrá vencerte, pero si poco a poco avanzas, conseguirás superar las diferentes fases casi sin darte cuenta. El trabajo como terapia ante la parálisis es, sin duda, la mejor respuesta que podremos dar. Para ayudarte a evitar el bloqueo inicial, una de las mejores opciones que tienes es no obsesionarte con el fin último del trabajo. En ocasiones, cuando abordamos un problema en su totalidad, puede parecernos inabarcable, pero si lo descomponemos en sus partes y atacamos cada una de ellas de manera controlada, la tarea será mucho más sencilla. Trabajando paso a paso, podrás ir solventando problemas pequeños que te empujarán hacia la consecución de todas tus metas. El marcarte metas o hitos intermedios hará que cada pequeño éxito sea un aliciente que te empuje a continuar, ayudándote a no ceder al desaliento. Ese espacio en blanco paralizador, ese vacío no debe ser tomado como un obstáculo, sino que debemos interpretarlo como un espacio lleno de posibilidades infinitas que se abren ante nosotros. Debemos concebir el vacío como potencia, tal y como aseguraba Miguel Ángel Buonarroti: "En el bloque de mármol ya está la escultura, solo hay que retirar lo prescindible".